A pesar de ello esta cultura no ha desaparecido por completo, ya que quedan en el consciente colectivo originario, trazos de relatos que por su fuerza telúrica son imposible de destruir, a pesar de todo el esfuerzo y los medios que han invertido los diversos pueblos invasores que han llegado a estos paisajes; porque son estos mismos paisajes los que conservan ese folil, es decir esa raíz, que oculta en las costumbres populares tradicionales surgen a la superficie; adheridas fuertemente en las actuales prácticas sociales y espirituales que impuso el invasor por la fuerza y el saqueo.
Si bien compartimos un conocimiento y un territorio común con la nación mapuche, como mapuche williche de la zona del relonkawün y sus alrededores, tenemos diferencias importantes que necesitamos poner en valor e integrarlas a nuestro derecho de autonomía cultural y con este tipo de trabajo queremos colaborar al proceso de recuperación de nuestra lengua y de todo el saber original del cual nos han querido sistemáticamente despojar.